La firma aseguradora Axa publicaba hace unos días un informe en el que se refleja un crecimiento, en los últimos 6 años, en el número de siniestros denunciados fraudulentamente. En concreto, según los datos de la entidad, el año pasado, se detectaron un total de 20.000 siniestros falsos (un 9,3% más que el año anterior), y el coste de las indemnizaciones detectadas como fraude ascendieron a 62,7 millones de euros, un 6% superior a las de 2016.
Precisamente, el volumen más alto de siniestros fraudulentos (el 60% del total) están relacionados con vehículos. El segundo lugar del pódium lo ocupan los “multiriesgo” (hogar, oficinas, comercios y comunidades) que representan el 30%, y el tercer puesto es para seguros de responsabilidad civil, vida, transporte y salud (10%).
Pero, un hecho que merece un destacado es el perfil de defraudador: más del 50% es ocasional y oportunista. Es decir, que tras un siniestro real, se añaden daños y/o lesiones que ya existían para recibir una indemnización más alta, aunque hablamos de cantidades inferiores a 600€.
Un segundo perfil de defraudador es el “fraude premeditado”, con indemnizaciones que alcanzan los 4.000€. Representan el 41% del total y suelen tener implicadas a varias personas que han planificado el siniestro con antelación. El fraude cometido por bandas organizadas, pero, sólo representa el 3,2% del total, aunque, sin duda, es el que provoca mayor coste económico, ya que cuentan con una estructura jerárquica en la que participan expertos conocedores del funcionamiento y protocolos de las compañías y con conocimientos en tecnología.
Defraudar a aseguradoras es un delito que en la mayoría de los casos detectados acaba teniendo consecuencias penales, pero este fraude también afecta a cualquier consumidor de seguros, ya que supone un incremento de las primas que pagamos a nuestras compañías.
Delphos Detectives Privados tiene una larga trayectoria profesional investigando fraudes en “incapacidades temporales” y lesiones, y dispone de los recursos adecuados para responder ante sus necesidades de manera efectiva.
Fraude en intoxicaciones alimentarias de turistas británicos
Un caso con mucha repercusión en los medios ha sido el de las intoxicaciones alimentarias sufridas por turistas británicos durante su estancia en hoteles de diferentes puntos de la geografía española. Lo que quizás poca gente podía sospechar inicialmente es que el cerebro de toda esta trama fuera un gran grupo de bufetes de abogados que captaban a los clientes en la salida del hotel o en el aeropuerto y les proponían denunciar una intoxicación una vez llegaran a Reino Unido. El 60% de la indemnización que se cobrase sería para el letrado, mientras que el 40% para el denunciante. Y, ¿por qué buscaban turistas británicos? Porque el régimen jurídico aplicado es el del demandante; el sistema británico únicamente exige como prueba la compra de un medicamento, su prescripción son 3 años y los costes del proceso judicial mucho más elevados que los de España. Por lo que, las empresas denunciadas se prestarían fácilmente a llegar a un acuerdo antes de ir a juicio.
Fuentes: La Vanguardia, V Mapa AXA del fraude en España.